Introducción El eritema multiforme o eritema polimorfo es una afectación aguda inmunológica de la piel, autolimitada y en ocasiones recurrente. Generalmente se asocia con una reacción de hipersensibilidad retardada (activada por los linfocitos CD4-Th1) frente a cierto tipo de agentes microbianos (virus, bacterias y hongos), medicamentos (barbitúricos, hidantoínas, antibióticos, etc.) o vacunaciones1. De acuerdo con su presentación dermatológica, el eritema multiforme se clasifica como eritema menor, mayor y necrólisis epidérmica tóxica. El diagnóstico diferencial puede realizarse frente a las enfermedades ampollares autoinmunes, eritemas medicamentosos, lupus eritematoso, urticaria, vasculitis y exantemas virales1. Presentamos un caso asociado a infección por citomegalovirus. Caso clínico Niño de 9 meses de edad, sin antecedentes de interés, con calendario vacunal actualizado y sin ingesta previa de medicamentos, que acude a urgencias por una erupción de 36 h de evolución y que ha ido en aumento. No presentaba fiebre y se observó un buen estado general, con color e hidratación normales. La orofaringe y las amígdalas eran normales y no se observaron lesiones en la boca. La erupción consistía en unas lesiones papuloanulares generalizadas, algunas de ellas en iris y con centro purpúrico, que orientaban hacia el diagnóstico de eritema multiforme. No se apreciaron ampollas o vesículas. Todas las pruebas analíticas fueron normales, destacando tan solo leucocitosis de 15.820/μl (27,3% de neutrófilos y 66% de linfocitos). Se tomaron frotis faríngeo y rectal para cultivo microbiológico y muestras de sangre para estudios serológicos. Las serologías fueron negativas, a excepción de una IgM positiva frente a citomegalovirus. En el frotis faríngeo se aisló...