Las primeras plumas estilográficas se llenaban con cuentagotas: la pluma era esencialmente un depósito vacío que sería llenado con el cuentagotas. El proceso era relativamente torpe y sucio.
Después de los rellenadores por cuentagotas vino la primera generación de relleno por vacío, que usaban un depósito de goma para guardar la tinta. Por distintos mecanismos, el depósito era comprimido y luego se liberaba para absorber la tinta desde un tintero.
El sistema Crescent de Conklin fue uno de los primeros sistemas de autorrellenado exitosos. Posteriormente aparecieron los sistemas de llenado snorkel y el touchdown de Sheaffer. Con la introducción del cartucho de tinta por Waterman-Jif estos sistemas cayeron en desuso. Actualmente la mayoría de las estilográficas usan cartuchos o el sistema de llenado de pistón, aunque las primeras se pueden convertir en una de pistón con un convertidor.
El sistema de pistón fue creado por Pelikan en 1929, con una idea simple: el pistón era accionado bajando y expulsando el aire, y al subir absorbería la tinta.
Cartuchos
La mayoría de las marcas de plumas estilográficas europeas y algunas otras de los demás continentes usan los llamados cartuchos internacionales (o cartuchos europeos, estándares o universales), en tamaños corto o largo, o ambos. Estos cartuchos intercambiables son de plástico y cerrados, que al insertarlos en la pluma rompe un pequeño sello por donde saldrá la tinta.
El cartucho corto mide 38 milímetros y tiene una capacidad de 0,75 mililitros. El largo mide 72 milímetros con una capacidad de 1,45 mililitros. Estos son datos aproximados ya que aunque se llaman cartuchos estándar, no están realmente estandarizados, aunque los fabricantes suelen cumplir las mismas dimensiones.
Algunas estilográficas cortas sólo admiten los cartuchos cortos. En las estilográficas largas generalmente es posible usar un cartucho corto y tener otro de reserva en el propio cuerpo de la pluma, colocándose invertido detrás del que se está usando.
Los cartuchos pueden ser también fácilmente rellenados tomando tinta de un tintero mediante el uso de una jeringa con aguja hipodérmica, ampliando de esta manera las opciones de tinta a utilizar y reduciendo los costos de escritura.